Santiago Loza fue uno de los integrantes, junto a Paola Buontempo y Luciano Monteagudo, del Jurado de la Sección Cine Nacional en Competencia del 4° Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER). Es dramaturgo, cineasta y escritor. Dirigió, entre otros, los largometrajes Extraño, Rosa Patria, La Paz, Los Labios, Malambo yBreve Historia del Planeta Verde, con las que ha participado en festivales nacionales e internacionales como Cannes, Locarno, Berlín, San Sebastián y Londres. En su estadía en Paraná, se refirió a su relación con los cineastas crespenses, su impresión del FICER y sus diversos oficios.
Amistad
Antes de esta ocasión, Santiago Loza ya había estado en Paraná hace alrededor de quince años. En esa oportunidad, arribó a la ciudad para hacer la película Ártico (2008). “En Ártico me ayudaron Iván (Fund), Edu (Crespo) y Maxi (Schonfeld)”. Consultado sobre el origen de la relación con los cineastas crespenses dijo: “Yo dictaba un taller de guion en la escuela de Julio Chávez e Iván quiso tomar esas clases. Me mostró sus cortos y ahí conocí también a Edu y luego a Maxi”. Después agregó: “Con Iván colaboré en la escritura de la película AB y co dirigimos Los Labios. Con Edu trabajé en Nosotros nunca moriremos. Los últimos años tuvimos mucha colaboración mutua”.
Consultado sobre el hecho de que los tres directores mencionados sean oriundos de una ciudad como Crespo, indicó: “Me parece insólito. Supongo que tiene que ver con ellos tres, su amistad y su fascinación por el cine. Ellos fueron entrando en cierto momento del cine argentino. Yo los veía, al principio, deambulando por el BAFICI (Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires). Estaban vinculados por la amistad y la cinefilia”.
El FICER
En relación al festival, Loza afirmó: “Para mí, el FICER es una sorpresa. Hay cierto entusiasmo del público que no veo en otros festivales. En otros lugares no se siente ese fervor. No sabía que había tantos invitados de distintos ámbitos del cine. Lo siento como un muy buen punto de encuentro, muy federal, en donde participa toda la región”.
Específicamente, sobre la sección de Cine Nacional en Competencia en la que fue jurado indicó: “Tuvo mucha diversidad. La programación ha sido genial; es sólida y refleja lo federal”. Además, destacó la proyección en simultáneo en tres salas y que sea fácil desplazarse entre una y otra. También resaltó el patio gastronómico donde “la gente siguió charlando de cine. Esto, me parece, es algo que se está perdiendo en otros festivales: la posibilidad de hablar y pensar un poco el cine” y añadió: “El festival es mucho mejor de lo que imaginaba”.
Procesos creativos
En la charla, se le propuso a Loza conversar sobre el modo en que lleva adelante su obra. Al respecto, dijo: “Es muy largo el camino hasta que una película se puede hacer. Sigue siendo un misterio para mí cómo este proceso decanta. Hice varias películas, pero no me resulta fácil. No mantengo los mismos productores. Siempre ha sido dificultoso. No me quejo porque hago muchas cosas además del cine”.
En relación a su trabajo creativo vinculado a esos otros lenguajes, señaló: “El cine demanda tanto tiempo que en el medio uno va haciendo otras cosas. En algún momento, el teatro fue una actividad muy importante. Se me fue haciendo una forma de vida. Tiene que ver con estar vivo y no caer en el aburrimiento. No anquilosarme y siempre estar buscando. Hay algo que a mí me estructura y eso es mi vínculo con la escritura. A veces, en el cine eso es más acotado, acorde al sistema de producción. Por suerte, tengo la posibilidad, cada tanto, de moverme en otros ámbitos con la escritura y no ser tan dependiente de la posibilidad o no de que avance. Es carísimo hacer una película, por eso tengo un oficio en el que no dependo tanto de los demás”.
Consultado por cómo se define a sí mismo, respondió: “A mí me costó mucho definirme como director de cine y como escritor. Hago cine y soy alguien que escribe. Durante años ponía profesor cuando tenía que llenar algún formulario, pero también estoy en conflicto con la docencia. Desde hace muy poco, pongo escritor”.
Sobre las implicancias personales de filmar, confesó: “Siempre que filmo, pienso que no lo haré más porque es algo re complicado. El montaje me gusta porque lo comparto con amigos, pero el rodaje tiene algo físico que demanda mucho. Es un arrebato de mucho estrés y plenitud. Como director hay que tomar decisiones y tener cierta claridad en ese rumbo que son los días de rodaje. Y a mí claridad no es lo que me sobra. Sí tengo una cualidad, y es que los grupos que se van formando son de mucha colaboración. Detesto esa idea totalmente anacrónica del director de cine de los gritos y creo que en las generaciones nuevas esa imagen ya está erradicada”.
En relación a qué es lo que más disfruta del trabajo de cineasta aseguró: “Padezco y disfruto mucho el rodaje. Soy bastante solitario y el rodaje es comunitario. Se arman como unas familias nómades. Las familias suelen ser conflictivas, y la familia del rodaje después se desarma, tiene esa ventaja”.
Finalmente, consultado sobre cuánto le demanda un guion, indicó: “Me interesa dedicarle un tiempo. El guion es un campo textual que permite hacerse algunas preguntas. Es un espacio donde podés trabajar algo de lo literario y es el primer lugar donde se genera la imagen. Donde se empieza a pinchar el espectro de imagen que va a detonar en un rodaje. No me parece muy placentero porque tiene algo calculado, porque eso se va a traducir en producción, costos, etc. Igualmente, siempre trabajo dentro del rango de lo posible, me voy acotando. Hay algo de la escritura del guion que termina siendo del rango del teatro o la literatura”.
Este FICER contó con la presencia de más de 7000 espectadores en 4 días en Paraná y 5 subsedes.
50 producciones en 60 funciones. 2 premios en competencia con jurados.
6 premios Ojo Pez otorgados por el público. 4 premios de Mercado FICER a proyectos entrerrianos. 2 premios de Mercado FICER a proyectos de la Región NEA Litoral. 4 premios paralelos (Cine.ar, ARAER y AEA/SAEA).
Continuará…
Video resumen realizado por el equipo del IAAER (Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos). Música: Lauphan.
Terminó el 4° Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER), con éxito de convocatoria de público en las cuatro jornadas de maratón cinematográfica y muchas expectativas de crecimiento. Algunos invitados, invitadas, participantes y la prensa especializada opinaron sobre la impronta de este festival panza verde.
“Lo primero que noto es cómo está creciendo el Festival y la gente que se acerca a ver películas y a las charlas. Ya es algo consolidado en Paraná y también viene mucha gente de toda la región, así que se cumplió ese objetivo de que el FICER sea un epicentro cinematográfico. Muy feliz sobre todo de ver eso; de ver cómo la gente todavía cree en el cine”, manifestó Maximiliano Schonfeld, realizador que participó de la sección Cine Nacional en Competencia con Luminum. “Me parece esencial que se hagan festivales regionales, creo que son puntos de encuentro clave”, dijo, por su parte, Virna Molina, directora de Relatos del futuro, que formó parte de la misma sección.
Arturo Castro Godoy participó con Rinoceronte del Panorama Regional: “Para nosotros el FICER es un espacio valioso de exhibición de cine nacional y federal. Hemos visto cómo ha ido creciendo y consolidándose como un espacio muy lindo en el calendario y que nosotros esperamos todos los años con mucha ilusión. Estamos muy contentos de formar parte de la selección y deseamos que se sostenga en el tiempo y que siga creciendo cada vez más”.
El director paranaense Nahuel Beade indicó: “La importancia de que haya un festival como el FICER es que puede confluir la cinematografía entrerriana y regional que vincula ciertos espacios que no pueden estar en contacto en otros momentos. Es un buen lugar de encuentro para formar audiencia paranaense y de la región -y agregó- me parece importante también para el sector de la producción audiovisual la sección del Mercado, que incluye la posibilidad de que haya un espacio que fomente el desarrollo de proyectos y la finalización de otros. Esto colabora a germinar trabajos que luego se pueden ver en ediciones siguientes. A su vez, se puedan emprender nuevos recorridos a partir de la experiencia vivida acá como es mi caso. Haber participado me incentivó a seguir sumando a otros espacios incluso en otros festivales”.
Guillermo Berger, presidente de la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos (ARAER) señaló: “en esta edición del FICER dimos otro paso firme en la producción audiovisual y en la exhibición de la industria audiovisual entrerriana. Se han visto muchos proyectos muy interesantes para el jurado. Debe haber sido muy difícil determinar quiénes han sido las ganadoras y los ganadores en el Mercado y también en la competencia nacional, entrerriana y cortometrajes”. Además, afirmó: “Creemos que estamos muy cerca de la reglamentación de la ley. Tratamos de ir hacia el espíritu de la ley y que sea una ley ejemplo para poder fortalecer aún más las producciones entrerrianas hechas por entrerrianas y entrerrianos”.
Paula Mastellone, a cargo del Mercado del FICER e integrante de la Cámara de Productores Audiovisuales de Entre Ríos, dijo: “Para mí la importancia del FICER es el punto de encuentro con realizadores y productores, de Entre Ríos principalmente y de toda la región, poder tener continuidad en el trabajo que estamos haciendo y conocer otras experiencias de colegas que están en la misma situación. Es muy estimulante como realizador no sentirse solo, acompañarse en empujar proyectos”.
El escritor, dramaturgo y cineasta Santiago Loza, que ofició de jurado en la sección de Cine Nacional en Competencia, compartió: “Para mí fue una sorpresa por el entusiasmo y fervor del público, que no es frecuente en otros festivales. Por otro lado, está buenísimo. Lo siento como un buen punto de encuentro bien federal, donde uno ve gente de toda la provincia y la región. Un festival que también apuesta a proyectos, lo veo sólido y que puede seguir creciendo”.
Prensa especializada
Periodistas que cubrieron esta edición también dijeron lo suyo.
Para Ulises Rodríguez, de la revista Directores de DAC, “un festival de cine como el FICER tiene la importancia de que en la pantalla se pueden ver películas hechas por realizadores y realizadoras de la provincia y de la región, lo que permite que se cuenten historias que suceden aquí, con la identidad y la idiosincrasia que pueden tener relatos de esta zona”. Y añadió: “Por otro lado, me parece de suma importancia que los distintos actores del sector audiovisual puedan encontrarse, delinear proyectos, discutir políticas, debatir, y que se refuerce esa identidad del noreste argentino a la hora de producir”.
Luis Franc, de Hacerse La Crítica, reflexionó que “el FICER es muy importante en tanto nos lleva a redimensionar la idea de federalismo, sobre todo cuando uno se da cuenta de la variedad de formas que aparecen en un festival regional. Desde una mirada centralista se suele pensar al cine del interior como un combo común. Lo cierto es que no solo hay variabilidad en cada provincia y en cada lugar, sino que hay diferentes formas de presentación y de representación en cada uno de los confines del país. Es sumamente importante este festival también por la selección del material”.
Juan Pablo Russo, de Escribiendo Cine, señaló: “El FICER se está consolidando como uno de los festivales no solo más importantes de la región, sino del país, con una programación muy cuidada, muy bien curada para todos los gustos. Eso se vio reflejado este año en la asistencia del público en las salas; también en la realización del Mercado para la industria, que lo posiciona como uno de los más destacados dentro de la agenda festivalera del país, ya que no solo proyecta películas sino que también promueve la realización de jóvenes cineastas de la región”.
Álvaro Bretal, de la revista Taipei, comentó: “Esta edición del FICER estuvo marcada por una programación notable, que le acercó al público de Paraná algunas de las películas argentinas e internacionales más interesantes del último año, incluyendo un estreno absoluto en Argentina como Nosotros, estudiantes!, gran documental centroafricano del debutante Rafiki Fariala. También me resultó particularmente interesante la presentación del Archivo de la Memoria Audiovisual del Nordeste Argentino, un espacio para dialogar sobre las tareas de preservación y archivismo en una zona del país en la cual se viene haciendo muy poco en materia de recuperación del patrimonio audiovisual”. Luego agregó: “Considero que el equilibrio entre, por un lado potenciar y visibilizar el cine de Entre Ríos y del Litoral (la muestra de largos y la competencia de cortos entrerrianos, la sección Panorama Regional), y por otro lado permitir que se vean en cine algunas grandes películas del último año (además de clásicos nacionales como Tiempo de revancha o Nazareno Cruz y el lobo), es el camino a seguir tanto para el FICER como para otros festivales provinciales. No me parece un dato menor que el público haya acompañado con entusiasmo propuestas tan disímiles, en algunos casos algo arduas en comparación a la producción cinematográfica mainstream”.
Agustina Lescano, del periódico Pausa, de Santa Fe, expresó: “¿Dónde ver una road movie delirante correntina con ovnis si no es en el FICER? Es un espacio súper interesante, con espíritu de fiesta, para que cada vez más personas podamos acceder a disfrutar de películas que proponen historias con otras velocidades y que se permiten construir poéticas propias, desplegadas con una variedad hermosa en las muchísimas funciones que tuvo esta cuarta edición. También, es una pantalla necesaria para darle lugar a esas películas que, por cuestiones de distribución y circuitos, recorren festivales de todo el mundo antes de poder estrenar en los lugares donde fueron pensadas y realizadas, como pasó con Rinoceronte y con muchas otras”.
Cielo Alzamendi y Juan Manuel Strottmann, de Chan!, dijeron: “Como creadores de contenido sobre cine y series, nos parece fundamental que espacios como el FICER sigan existiendo. No solo para la difusión del cine nacional, sino también para conocer películas entrerrianas y de nuestra región que no se encuentran en otros espacios. Tener un festival de cine en Entre Ríos ayuda a fomentar la creación de productos audiovisuales por fuera de Buenos Aires y también por fuera de producciones del estilo mainstream. El FICER es un lugar en el cual no solo miramos películas sino también nos encontramos con realizadores, creadores y organizadores, en donde se dan las charlas más interesantes y se crean vínculos con gente que está en nuestra misma sintonía”.
Hay cine en Entre Ríos y hay cultura audiovisual en la región del noreste litoral que, cada año, se afianza y comparte en el FICER, un lugar para vernos.
Con la presencia de realizadores y realizadoras de la provincia, invitados y amantes del séptimo arte, este sábado por la noche tuvo lugar la ceremonia de cierre y premiación del 4º Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER), que fue organizado por el Gobierno de Entre Ríos, a través de la Secretaría de Cultura, y proyectado y pensado junto al sector audiovisual de la provincia.
Entre el miércoles y el sábado, más de 7.000 espectadores disfrutaron de las proyecciones gratuitas, que conformaron las cincuenta funciones que agruparon unas sesenta producciones. Con una programación que condensó diversas estéticas, la grilla recorrió el panorama contemporáneo del cine internacional, nacional, regional y provincial. Se compartieron películas en estreno exclusivo, cortos, largos, videominutos, proyecciones de trasnoche al aire libre, actividades especiales, capacitaciones y competencias en el Mercado Audiovisual durante los cuatro días de Festival.
La película Luminum, de Maximiliano Schonfeld, se llevó el premio del jurado de la sección Cine Nacional en Competencia. En tanto que, en la categoría Cortometrajes Entrerrianos en Competencia, ganó Mellizos, de Gastón Calivari.
El público asistente participó con su voto para elegir las mejores películas, también fue protagonista en el acto de cierre, ingresando por la alfombra roja al Centro Provincial de Convenciones para conocer el veredicto popular, el de los jurados de las secciones competitivas y el de los demás reconocimientos.
Emoción entre los premiados de las categorías en competencia
En la sección Cine Nacional en competencia se premió la película Luminum, de Maximiliano Schonfeld. Entregaron el premio Santiago Loza, Paola Buontempo y Luciano Monteagudo. En esta sección compitieron seis largometrajes argentinos por un premio de $500.000 que es otorgado por el Gobierno de Entre Ríos. Schonfeld expresó: “Recibir este premio es algo completamente impensado porque cuando uno hace la película no está pensando tanto en los premios. Entonces, son una sorpresa. Que reconozcan las películas justamente en la provincia, en un lugar muy cerca de Crespo, el lugar donde uno nació y se crió es una alegría grande. Hay algo que pasa con las películas y los lugares donde se proyectan. Es una felicidad encontrar esa conexión”.
La realización premiada de la sección en competencia para Cortometrajes Entrerrianos, fue Mellizos, de Gastón Calivari. El director expresó su felicidad: “Hacer cine y ser un realizador entrerriano para mí es siempre una alegría; y encontrarnos acá en el FICER es hermoso porque podemos compartir los proyectos el uno al otro. Este premio es un mimo muy lindo que me hacen”.
En esta sección compitieron doce cortometrajes de ficción, animación o documental por un premio de $350.000 el cual también es un aporte del Gobierno de Entre Ríos. Entregaron el premio Agustin Gagliardi y Daiana Henderson, integrantes del Jurado junto a Carolina Unrein.
En esta categoría se otorgó una mención especial a la producción Los soles de mi abuela Gloria, de Alejandro Maldonado. El ilustrador Ricardo Jaimovich fue invitado al escenario a recibir la distinción.
Premios paralelos
La Asociación de Editores Audiovisuales y la Sociedad Argentina de Editores Audiovisuales reconocieron al Mejor Montaje de Cine Nacional. Entregaron en conjunto un reconocimiento para Ana Remón y Florencia Gómez García, quienes estuvieron a cargo del montaje de Luminum.
Además, las producciones de la sección de Cortometrajes Entrerrianos recibieron el premio Cine.ar como reconocimiento a la innovación artística, la creatividad audiovisual, la calidad realizativa, el contenido y el mensaje que la obra acerca al público. Esta distinción, del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) consiste en la exhibición de los cortometrajes ganadores mediante la adquisición de sus derechos sin exclusividad y con fines culturales por las pantallas del INCAA, promoviendo la ampliación de espectadores, dándoles un lugar destacado en la programación y visibilizando así a las nuevas generaciones de realizadores. Lo recibió 1982 Nuestros Héroes, de Marcelo Damián Pizzio y Martín Esteban Taborda.
Así mismo, se otorgó una Mención de Honor de Cine.ar para Lo que se perdió, de Nahuel Beade y Nicolás Batalla (de Paraná).
El Premio de la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos, consistente en un servicio de traducción y subtitulado de un cortometraje, fue para Lo que se perdió, de Nahuel Beade y Nicolás Batalla.
Premios del Mercado Audiovisual Regional
El Gobierno de Entre Ríos otorgó dos premios de $600.000 para Desarrollo de Proyectos. La niebla, de Ana Laura Seijas, y La enamorada del río, de Martín Corujo.
Luego llegó el turno de los dos premios a Proyectos Avanzados en Producción, por $800.000, también facilitados por el Gobierno de Entre Ríos; que fueron para Sombra grande, de Maximiliano Schonfeld y Ó de Maximiliano Nery.
El Mercado también otorgó premios a proyectos audiovisuales de la Región NEA Litoral, financiados por el Gobierno de Entre Ríos. $600.000 para Desarrollo de Proyectos, que fue para La tierra del agua, de Sebastián Toba (Corrientes) y $800.000 para Proyectos Avanzados en Producción, que se destinaron para Chico basura, de Roxana Bordione (Santa Fe).
Se entregó también un premio otorgado por La Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos que consiste en una beca para el Laboratorio de Desarrollo de la asociación durante 2023 para el proyecto El buscahuesos, de Pablo Corino.
El premio mayor del FICER: la estatuilla Ojo Pez
En el FICER, desde su primera edición, el premio mayor es la estatuilla Ojo Pez y la otorga el público con su voto a la salida de cada función. Las películas ganadoras de esta cuarta edición, por sección, fueron:
Cine Internacional: El cielo está rojo, película chilena dirigida por Francina Carbonell.
Cine Nacional: Siete perros, de Rodrigo Guerrero (Córdoba).
Panorama Regional:La luz mala, de Carlos Kbal (Corrientes).
Cine Infantil:El ascenso y caída del chop chop show, de Diego Labat.
Cine Entrerriano:Danza combate, de Camila Rey.
Cortometraje Entrerriano:Presa, de Victoria De Michele y Noelia Segui.
Palabras de despedida
El director artístico, Eduardo Crespo, expresó: “No me entra la alegría en el cuerpo. Estamos muy contentos por todas las películas que se compartieron. Quiero agradecer al público del FICER que se hizo parte de este festival con su voto. Se apropió del festival. Tenemos que continuar incentivando para que siga viniendo gente a llenar salas. Gracias a todas y a todos los presentes, este es uno de los festivales más lindos en los que he estado”.
Paula Mastellone, directora del Mercado del FICER, destacó el trabajo en conjunto con los distintos organismos audiovisuales en el sector. Se refirió al crecimiento que tiene el FICER año tras año, al que definió como un Festival con un sello propio. “Dentro de lo que es Mercado, hay gente que está volviendo a presentar proyectos, nuevas generaciones, se sumaron más regiones, se produjo una increíble sinergia. Nos estamos conociendo y estamos entendiendo que cuanto más películas tengamos, más creceremos”.
Por último, la secretaria de Cultura de la Provincia, Francisca D’ Agostino, señaló: “Hoy es una noche para agradecer a los realizadores y realizadoras. Estamos felices porque cada vez hay más proyectos, más inscritos y más públicos. Eso indica que estamos en buen camino”. Destacó el crecimiento en espectadores en relación a la edición anterior.
La ceremonia contó con la presencia de Eliana Zanini, jefa de Gabinete de la Secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación; Marcelo Casaretto, diputado nacional; y Gustavo Labriola, secretario de Hacienda del gobierno de Entre Ríos.
Un final de película
Luego de la gala de premiación, en la Sala Mayor del CPC se proyectó como Película de Clausura El suplente, de Diego Lerman.
El patio gastronómico -ubicado entre el CPC, el IAAER y La Vieja Usina-, seguía siendo el punto de encuentro, pasada la medianoche, para la despedida de las pantallas de este 4°FICER, un lugar para vernos.
Con la proyección de Nazareno Cruz y el lobo (1975), de Leonardo Favio, se completaron las noches de cine clásico argentino al aire libre.
El director artístico del 4° FICER, Eduardo Crespo dirigió unas palabras introductorias al público asistente, en las que subrayó la importancia de la preservación del acervo cinematográfico: “Nazareno Cruz y el lobo es una película que no necesita ser presentada, sin embargo, hay que destacar que esta noche el Festival nos permite disfrutarla en una pantalla de cine, tal como fue estrenada en 1975. Disfrutemos de nuestro cine argentino, y tomemos conciencia de que son títulos, cuyas copias, en algunos casos se están perdiendo las copias porque no existe una filmoteca nacional que las preserve, y no podamos recuperarlas”.
Acto seguido, en el patio gastronómico del FICER en el que había una asistencia mayor a la velada del jueves, Nazareno Cruz (Juan José Camero) y Griselda (Marina Magali), se encontraron nuevamente con sus miradas para enamorarse profundamente e iniciar una historia trágica, en la que los mitos populares y las pasiones se desplegaron en la poesía y el maravilloso arte que Favio supo transmitir con su cine.
Leonardo Favio, de quien se cumplieron diez años de su muerte a principios de noviembre, es uno de esos artistas que trasciende los tiempos, porque tuvo y tendrá una sintonía especial con los sentires populares, para representarlos en una simbología propia, en un lenguaje particular. La gran cantidad de público colmó las expectativas y la noche calurosa se prestó para disfrutar del patio de comidas y tomar algo fresco. Si bien al principio costó la concentración entre los murmullos del Punto de Encuentro, al cabo de unos minutos, la poesía visual de Favio atrapó a la concurrencia con su encanto. En pantalla, recursos cinematográficos disruptivos para la época de su producción (voces superpuestas, fragmentos de canciones populares, palomas que salen de la nada) anticiparon la certeza de la desgracia: el nacimiento del séptimo hijo varón de una familia, que al crecer y conocer el amor se verá condenado a correr por los campos en noches de luna llena, convertido en lobizón.
El encuentro de Griselda y Nazareno se representa en forma de una danza onírica al ritmo romántico del tema titulado Soleado, que marcó los sentimientos de toda una generación en Argentina. En ese momento clave, los espectadores del FICER unánimemente con un fuerte aplauso espontáneo celebraron el talento del querido director argentino. Favio sigue creando una sinfonía de sentimientos, por eso, a pesar del paso del tiempo, sin importar edades y lugares, el público se siente interpelado.
Sentados en las sillas que dispuso la organización, en las mesas grupales y también en el mismo césped, una primera franja de atentos y enmudecidos observadores no se perdieron ni un segundo de la historia. Un poco más atrás, se definió otra plantea que prefirió las mesas con banquetas para un visionado comentado entre otras distracciones. En ese sentido, se daban situaciones singulares: por ejemplo, mientras miraban la proyección, un grupo de amigos discutían detalles de Tiempo de revancha, presentada la noche anterior. También algunas parejas, entre toma y toma, le dedicaron unos segundos a sus propias historias de amor.
Un tercer grupo, el de más atrás del predio, observaba la pantalla interrumpida por sombrillas y los carteles de los puestos de comida, escuchaba los diálogos, miraba algunos minutos y luego hablaba de otras cosas en espera de las escenas clave, esas que nadie se quiere perder.
Estos tres niveles del “modo Favio” tuvieron un denominador común: todos estuvieron comprometidos con la historia de Nazareno y Magalí. “Esto hoy se movió mucho más que ayer, notablemente”, expresó sobre su ventana una de las personas de los puestos de hamburguesas en charla con un ocasional cliente.
Si bien la mayoría ya lo conocía, el público se quedó hasta el final para ver la piel masacrada de los dos jóvenes que desafiaron sus destinos. A pesar de la tragedia, el mensaje consuelo quedó resonando en los corazones. El Diablo, interpretado magistralmente por Alfredo Alcón, que es crucial en las tentaciones y advertencias de la historia, en una de las últimas escenas le dice a Nazareno: “Vos ganaste, elegiste el amor”.
El Mercado es un espacio dedicado al fomento de nuevas producciones y la profesionalización del sector. Esto implica aportes económicos y formación de integrantes del sector audiovisual de la provincia y la región. En total, este año, el Gobierno Provincial otorga premios en las diferentes líneas y categorías por más de $4.000.000 de pesos.
De los más de ochenta proyectos inscriptos, fueron seleccionados diecinueve por Entre Ríos y catorce por el NEA Litoral (Santa Fe, Misiones, Chaco, Corrientes y Formosa) para la participación en esta instancia. Las iniciativas presentadas incluyeron cortometrajes, largometrajes y series en las categorías de ficción, cine infantil, animación y documental.
En esta edición la directora del Mercado es Paula Mastellone (CaPAER) y la coordinación general está a cargo de Sergio Mazza (CaPAER) y Germán Berger, de la Asociación de Realizadores Audiovisuales de Entre Ríos (ARAER). En la producción están Miranda Mayer y Lucía Saravia.
Mastellone sostuvo: “Este año el Mercado busca hacer foco en la distribución y postproducción de contenidos audiovisuales. A través de capacitaciones y charlas se abordan las diferentes instancias de fondos de postproducción, primera copia, festivales, vendedores, distribuidores nacionales e internacionales y plataformas”. A esto, agregó: “Nos alegra que cada año se vaya consolidando esta propuesta de vinculación y crecimiento de la industria”.
Berger dijo que es una de las actividades más dinámicas que se dan en el marco del festival, donde los realizadores de Entre Ríos y de la región NEA presentan, debaten y comparten sus proyectos que serán premiados en la última jornada y añadió: “Esta instancia, que ya lleva cuatro años realizándose, tiene como objetivo consolidar proyectos que están en etapa de desarrollo y fomentar la finalización de los más avanzados. Así, hemos visto proyectos que han pasado por el Mercado en estadíos iniciales en el primer FICER y que en la edición 2022 son películas terminadas, programadas en la sección competitiva”.
Sobre el recorrido del Mercado, afirmó: “La consolidación es clara, ya que los diez proyectos presentados en la primera edición se han convertido en sesenta en la cuarta. En esta ocasión se ha puesto el foco en trabajar las etapas de comercialización, exhibición, venta y distribución -un tema históricamente complejo-, y donde notamos una necesidad de afianzar conceptos para que el proceso artístico y productivo se pueda cerrar con una llegada efectiva al público”.
Mazza indicó: “El Mercado no para de crecer y se está convirtiendo en un mojón del audiovisual regional en el cual cada vez se presentan más proyectos. El gesto de los colegas de Corrientes que vinieron a presentar su film commission acá, o los productores de otras provincias que vinieron como players a buscar proyectos, significa que el FICER está instalándose cada vez más fuerte como un punto de encuentro. El NEA está creciendo, cada vez son más provincias las que tienen ley (audiovisual). Además, la posibilidad de coproducir con fondos regionales de otras provincias como Mendoza, Córdoba o dentro mismo del NEA hace que la polenta que se gesta sea importantísima. Tenía que aparecer un punto de encuentro cómodo, que sea fácil de llegar desde todas las puntas, y está sucediendo”. Por otra parte, señaló: “Acá se encuentran, se conectan y surgen las películas. Este año pudimos ver dos que pasaron primero por Mercado Desarrollo, después por Mercado Avanzado y ahora se están estrenando como Rinoceronte y El Monte”.
También consideró: “Creemos que es necesario tres meses antes del FICER poner en funcionamiento el Laboratorio FICER para darle vuelo al trabajo de escritura de guion y que los proyectos lleguen todavía más sólidos”.
Invitados
Una de las disertantes de las charlas fue Oriana Castro, de la plataforma Cont.ar. A nosotros como plataforma pública, con la obligación y la necesidad de ser cada vez más federal, nos parecen súper importantes estos espacios de encuentro, primero para conectarnos con un sector con el que durante estos dos años de pandemia no estuvimos tan conectados como hubiéramos querido. Es importante ponernos a disposición de todos los que hacen contenidos audiovisuales a lo largo y ancho del país, ofrecer nuestra pantalla para sumarnos, tanto en formato de coproducción como de exhibición”, señaló.
En cuanto a las instancias de capacitación evaluó: “Tiene una formación bastante completa. Se couchea a los asistentes para que presenten mejor los proyectos y el premio que tienen, que es económico, les va a servir a los ganadores para poder desarrollar sus proyectos”.
En relación a las principales dificultades del sector, aseveró: “Es un momento complejo para la producción porque está cambiando el paradigma de cómo producimos y cómo consumimos esos contenidos audiovisuales. Me parece que el rol del Estado es acompañar al sector lo más posible, sobre todo, a quienes están dando sus primeros pasos, para los cuales estos espacios de intercambio son vitales. Igual, lo importante es poner el foco en pensar qué historias queremos contar y encontrar los recursos para contarlas. Es un momento complejo, pero hay muchas posibilidades también”.
Manuel García de Cinetrén sostuvo: “Me parece imprescindible esta instancia de Mercado. Yo soy parte interesada como distribuidor y agente de ventas, pero entiendo que los festivales que son espacios de muestra hacia la audiencia y de conexión con la comunidad tienen que complementarse con estos espacios que son más del hacer y de fomentar a los hacedores locales y conectarlos en redes, con fondos, con ideas y jugadores de otras partes del país y del exterior. Es una gran iniciativa para un festival que lleva cuatro ediciones y que viene creciendo como el FICER”.
Entre las adversidades que enfrenta el sector, dijo: “Hay un cambio en el paradigma del financiamiento. Hasta hace no mucho había posibilidad de financiar solamente con los fondos públicos nacionales a través del INCAA y eso fue mutando. Al mismo tiempo empezaron a aparecer otros jugadores nuevos como las plataformas y la posibilidad de coproducir. Los productores empiezan a preguntarse cuáles son las alternativas de financiamiento y qué implican. Qué implica trabajar con Netflix o Amazon o coproducir con otro país. En fin, cada uno tiene sus pros y contras, estamos en medio de esa transformación y en ese sentido son bienvenidos estos debates con gente de todo el país que está participando y encontrándose”.
Durante la charla abierta del viernes por la tarde, García propuso una conversación entre los presentes para abordar el tema de la distribución, las plataformas y la venta. Repasó cuál es la cadena de valores para aquellos que no están tan familiarizados con la circulación, qué pasa cuando la película se termina, el contacto con las salas o las pantallas, el agente de ventas, los mercados. Dos preguntas guiaron su exposición: ¿Qué pasó desde la pandemia hasta hoy con el cambio de paradigma de la exhibición y la financiación de las películas? Y ¿de qué manera podemos seguir haciendo viable el potentísimo cine argentino en este marco?
Participantes
Gastón Calivari realizador de Nogoyá sostuvo: “El Mercado es un espacio que me parece increíble. Siento que crecemos muchísimo colectivamente. Me pasa esto no solo por participar con un proyecto mío sino por escuchar los del resto de los compañeros que me nutren. Al formar parte de estas instancias me reconozco como miembro de una comunidad de realizadores entrerrianos, donde estamos todos con proyectos en desarrollo y avanzados. A veces uno puede sentirse solo, perderse un poco en el camino de la producción, entonces el Mercado para mí construye comunidad y esto es importante porque entusiasma y tranquiliza a la vez”.
Cinthia Konopacki de Misiones dijo: “Mi experiencia en el FICER y en el Mercado puntualmente tiene que ver con sentir el acompañamiento que están haciendo con las capacitaciones. Empezar un proyecto de largometraje es abismal y aquí hay un marco de contención en todo el proceso, desde la base hasta los proyectos que están avanzados y en desarrollo”, y añadió: “Escuché muchos proyectos interesantes y me parece que lo importante también es la mirada que prevalece de lo regional, que sale de lo que ya conocemos que es el cine argentino que es un poco el cine que se hace en Ciudad de Buenos Aires. Me parece que está bueno que prevalezca una mirada federal de lo que es Argentina. De esta manera también podemos hacer conocer nuestra cultura, más allá de Buenos Aires. Encuentro que aquí tengo un espacio como directora mujer de Misiones y que además comparto mis proyectos con otras mujeres del cine de la región y eso es un gran aliento para mi trabajo”.
Premios
Entre las producciones entrerrianas, se seleccionará una obra terminada que recibirá 500 mil pesos; dos producciones en desarrollo que recibirán 600 mil pesos cada una; y dos proyectos avanzados que recibirán 800 mil pesos cada uno. Para la sección del Mercado Regional son dos premios: se destinarán 600 mil pesos para un trabajo en Desarrollo del proyecto, y 800 mil pesos para uno de Proyectos avanzados en producción.
Jurado
El tribunal evaluador está conformado por Soledad San Julián, socia fundadora de Senderos Films, compañía del norte de Argentina especializada en la producción local desde 2010; Bernabé Demozzi, director, guionista y productor, productor General de Encuentro y profesor Titular de Cátedra Realización de Cine II A de la Facultad de Artes de la UNLP; y Ana Pelichotti, realizadora, guionista, productora, montajista y vicerrectora de la Escuela de Experimentación y Realización Cinematográfica Sede Cuyo.
Capacitaciones
Además de las premiaciones, la agenda del Mercado incluyó capacitaciones, charlas, ronda de vínculo con la industria, mesas de diálogo con referentes nacionales y defensas de las propuestas ante un jurado federal. Estas actividades comenzaron el jueves y se desarrollan hasta este sábado en el que se realizan los pitch ante el jurado e invitados para proyectos avanzados en producción y desarrollo de proyectos.
Las proyecciones de Escuela Normal, de Celina Murga; Los pasos, de Renzo Blanc; Danza Combate, de Camila Rey; El fulgor, de Martín Farina; y Las Delicias, de Eduardo Crespo, conformaron la sección de esta cuarta edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos, con muy buena asistencia de espectadores.
El apartado dedicado a las producciones entrerrianas, un pilar fundamental de este Festival desde sus inicios, despertó emociones entre sus hacedores, porque significó la presentación tan esperada a nivel local, o porque fue la coronación de procesos que implican mucho trabajo y compromiso.
Esta sección es muy importante porque tiene de todo, indicó el director artístico del FICER, Eduardo Crespo. “Hace un poco de historia de lo que se hizo en la provincia; hay estrenos, lo que está sucediendo ahora con el cine contemporáneo entrerriano que también se está pasando en otras partes del mundo; y también hay lugar para películas que se filmaron en la provincia y no son dirigidas por directores o directoras entrerrianas”, especificó Crespo.
Fue el caso de Renzo Blanc, director de Los Pasos (2019). “Para mí es una gran alegría presentar en el Festival esta película que filmamos tiempo antes de la pandemia”, dijo.
Su película se centra en María, quien vive con su madre y su hermana en un pequeño pueblo. En medio de las tareas domésticas y de su trabajo como masajista, observa a su madre envejeciendo y a su hermana yéndose de la casa para no volver. Lo circular en las familias, comportamientos que se repiten de generación en generación, los pasos a seguir están marcados y las personas están predestinadas a repetir mandatos. “Nuestra inquietud era cómo construir la particularidad de la mirada y la escucha de la protagonista, que es María, junto a su hermana y su madre en un pequeño pueblo”, explicó el realizador en la presentación.
Escuela Normal es el primer largometraje documental (ficcionalizado) de Celina Murga. Fue realizado en 2010 con motivo de los festejos del Bicentenario de la República Argentina y tiene como escenario casi exclusivo a la Escuela Normal José María Torres, de Paraná, institución fundada por Domingo Sarmiento en 1871, que depende de la Universidad Autónoma de Entre Ríos. Un grupo de chicos y chicas que cursa su último año del secundario en la Escuela Normal de Paraná lleva adelante las elecciones para el centro de estudiantes; una jefa de preceptores debe lidiar con los conflictos cotidianos de la escuela; los docentes dictan sus clases y discuten sobre los problemas de la educación; una asociación de ex-maestras se reúne para recordar otros tiempos pasados. Mientras tanto, el estudio, las horas libres, el tedio, los conflictos cotidianos, las rebeliones. Situaciones que muestran la difícil comunicación entre adultos y jóvenes, pero también posibles lazos de unión. Un retrato de una escuela, en el que se refleja el pasado, el presente y el futuro de un país.
“El proyecto buscaba dar cuenta de lo histórico, pero poniendo en valor el presente y sobre todo la juventud de hoy. En ese momento tenía la sensación de que había una mirada bastante negativa en torno a ella, considerada apática, desinteresada, sin curiosidades ni inquietudes. Creo que algo ha cambiado ese discurso con las luchas de los últimos tiempos, sobre todo con el feminismo, donde les jóvenes han sido tan activos. En general se cree que necesitan ser alimentados, iluminados, en realidad pienso que tienen mucho saber del cual aprender”, comentó Celina Murga sobre esta obra. “Hice un casting muy similar al que hago en la ficción, que tiene que ver con charlar con quienes van a ser las y los posibles protagonistas y con tocar temas relacionados con la película. Buscábamos estudiantes de cuarto y quinto año, que atravesaran una etapa de la escuela secundaria en la que estuvieran vislumbrando el futuro, proyectándose hacia alguna salida, y que eso pudiera traer al documental ciertos temas o debates sociales que hablaran de sus intereses, miedos, conflictos”, agregó.
En la jornada del viernes se proyectó, El fulgor (2021), de Martín Farina. La historia comienza en los días previos al carnaval, mientras los gauchos se preparan para cumplir con el ritual de purificar la carne, los animales presienten la llegada del fin. Un río los separa de la gran ciudad y, satisfechos de haber completado la tarea, los paisanos se embarcan atraídos por el fulgor de las luces. La sensualidad es protagonista de este viaje onírico entre los trabajos rurales y la fiesta.
Al introducir la proyección, Farina contó que cuando tomó la decisión de hacer esta producción fue a modo de declaración política. “Muchas veces me pregunto ¿qué es ser independiente? Con mucha plata o sin plata. Creo que la independencia es asumir un momento donde vas a tomar una decisión y te das cuenta de que lo tenés que hacer por algo que te pasa. Por ejemplo, acá decidí profundizar porque me interpela, porque quiero salir de ese lugar en donde ya encontré una mirada”, contó relacionando El fulgor con otra producción suya de temática similar.
El mismo día y cerrando la sección -fuera de la competencia por el voto del público- se estrenó Las Delicias (2022), de Eduardo Crespo, que ofrece una postal que se desarrolla en el internado de la escuela agrotécnica Las Delicias, en una pequeña localidad cercana a Paraná, donde conviven más de cien niños. Durante el año, además de las materias obligatorias, aprenden actividades referidas a la labor de campo. Una doctora y otros miembros del personal de la escuela se prestan a escuchar los problemas diarios respecto a las malas conductas, las dolencias físicas y el deseo de volver a sus hogares. En esa institución, alejados de sus familias, vivirán el fin de su niñez y el comienzo de su juventud. “Me pone muy contento poder presentarla en el FICER. La ansiedad siempre está por ver qué pasa cuando la ve la gente que trabajó en la película”, dijo el realizador. “Uno va haciendo amistades cuando hace las películas, se va armando una especie de familia, y que se junten a verla y celebrar es pura emoción”, cerró.
Los frutos del Mercado
Camila Rey, directora del documental Danza Combate (2021) compartió: “Para Danza Combate, como grupo de mujeres feministas que realizan su activismo a través de la danza, fue un hecho muy importante que tuvieran su retrato a través de la película, un espacio en este Festival y a la vez un estreno local. En el FICER el proyecto participó en ediciones anteriores, en la sección del Mercado, donde ganó premios que permitieron que se llegue al contenido final y se posibilitara su distribución”. La realizadora agregó que el audiovisual tiene que ver con la cultura local, con una sociedad entrerriana en la que se está también debatiendo cuestiones de género y de identidades sexuales y de diversidad”.
En el largometraje, Florencia, Marcela, Gina y María forman parte de Danza Combate, un grupo de jóvenes feministas de Paraná que hacen de la danza su herramienta de expresión y activismo actuando en marchas y manifestaciones. En el marco de sus presentaciones, es publicada en Facebook una foto de estas cuatro mujeres posando con los senos desnudos y los puños en alto. La imagen se vuelve viral y recibe una gran cantidad de comentarios ofensivos. El grupo debate este incidente y discute su activismo a través de la danza.
Marcela Acosta, integrante del colectivo artístico militante contó sus sensaciones en el marco del Festival: “Lo que nos lleva a conformar el grupo es nuestra necesidad de expresarnos en contra de la desigualdad de género que aún existe en casi todos los ámbitos de la sociedad. Usamos la danza como herramienta de lucha y visibilización de esta problemática social. Me parece súper importante que le den trascendencia a esta producción para que pueda llegar a un público más amplio, significa que al menos existe la voluntad de un cambio al respecto. La experiencia de haber estado en Danza Combate tanto bailando en las calles como la participación en el largometraje fue transformadora”.
Películas de Chaco, Corrientes, Santa Fe, Misiones y Formosa llegan al 4º FICER para acercar el cine que se produce en la actualidad en estos territorios y que trae una gran diversidad de historias, miradas y paisajes de esta región.
La presencia de historias de provincias de la región NEA trajo a las salas del 4° FICER distintas miradas e identidades con propuestas de gran calidad. Florencia Curi, programadora del Festival, dijo en relación al Panorama Regional: “El cine que se está haciendo en estas provincias tiene un gran potencial, sobre todo, porque hemos visto un enorme crecimiento en la construcción de los relatos, que no solo nos traen diversidad de producciones sino que también nos muestran un cine en auge”.
Desde Misiones abrió la sección Selva, del director Iñaki Echeberría que cuenta con la actuación de Edgardo Castro, Joaquín Schöller y Víctor Laplace. El destino de Joao es arrasado cuando el Ejército de la Paz saquea la aldea en la que creció y lo recluta para una guerra sin sentido. Así se convierte en Selva y debe someterse a pruebas que lo llevan al límite. Joao vive la brutal experiencia del niño obligado a dejar la infancia para vivir una pesadilla. Tanto el equipo técnico como el elenco es mayoritariamente misionero, con presencia de otras provincias como Corrientes, Entre Ríos y Buenos Aires. A la salida del largometraje los espectadores comentaron sus impresiones. Ivana (28): “Selva me gustó mucho, vine por el corto 1749 porque conozco a los realizadores, ambas temáticas me sorprendieron y creo que sirven para continuar pensando en otros posibles finales. Es la primera vez que vengo al FICER y me parece increíble la organización y veo importantísimo que sea gratuito con acceso a un cine de calidad y regional. Eugenia (35) dijo estar emocionada por haber viajado desde Concordia para ver cine y estar en contacto con producciones y geografías de toda la región. Además remarcó: “En este tipo de festivales encuentro que el valor está en poder estar en contacto con estos materiales y producciones.” A su tiempo, Sofia (30) manifestó: “Vengo de Tandil solo al FICER, me gusta el lugar que se le da al cine entrerriano y al de la región, se muestra la diversidad de identidades que tiene nuestro país y esto ayuda a dimensionar cómo se amplía toda la industria cultural que se va generando en torno al cine.”
El jueves se proyectó El Monte (Formosa) de Sebastián Caulier quien estuvo presente y manifestó la importancia de participar en el 4° FICER: “Estoy muy contento por formar parte de Panorama Regional, ya que es una ventana para el encuentro con el público. Hoy por hoy, esto es lo que más nos cuesta a los cineastas independientes en el contexto que vivimos de total homogeneización y concentración de la exhibición. Actualmente, hay diez películas que copan el 98% de las salas del país, y son las diez películas que todo el mundo termina viendo. Festivales como el FICER cumplen una enorme tarea en este sentido al contrarrestar esa situación injusta y dañina”. Además, opinó sobre el encuentro con otros directores: “Es algo muy lindo de este Festival y de otros festivales nacionales que ponen énfasis en las producciones regionales, nos habilita a entrar en contacto con colegas, comentarnos proyectos, poder conocer la obra de otros, tender redes y planificar proyectos. Creo que así se construye comunidad.”
La luz mala (Corrientes), en el tercer día de festival, es una película que viene de formar parte de la programación de Overá en cortos (Misiones) y en el Festival Lapacho (Resistencia, Chaco). Carlos Kbal su director remarcó que en la construcción de sus obras “la temporalidad y las vivencias son muy importantes a la hora de crear personajes, para no caer en el costumbrismo”. Con respecto a la proyección de su obra en el FICER consideró: “Las películas se completan cuando llegan a las salas y el público las puede disfrutar, por eso estar en este Festival me causa mucha ilusión, voy a poder saber qué les pasa cuando la ven, escuchar sus comentarios, sus preguntas.”
Rinoceronte (Santa Fe) se verá el viernes 25 a partir de las 22 en la sala mayor del Centro Provincial de Convenciones y le da tratamiento a la complejidad de la vida de Damián, un niño que tiene que cambiar de vida porque es trasladado a una institución del Estado dado que en su familia padecía situaciones violentas. Leandro es un trabajador social que lo acompaña y que tiene una historia personal similar a la suya. Arturo Castro Godoy, director de la película, la definió como “una historia que trata sobre la rabia de un niño separado de una vida solitaria y violenta que es todo lo que conoce y la rabia de un asistente social que ve reflejadas sus cicatrices en las del niño”.
Para el sábado 26, en el día de cierre del FICER, dentro de la programación de Panorama Regional se podrá disfrutar de Minerva (Chaco) a partir de las 18.30 en la Sala Planta Baja del CPC. Minerva es una artista chaqueña que revolucionó el arte para siempre, desapareció convirtiendo su vida y obra en un mito. A esta proyección se suman los cortos invitados Mayito (Chaco) y So´o Opa (Chaco).
Con más de cuatrocientas personas, se realizó la primera Trasnoche FICER al aire libre de esta cuarta edición, con la proyección de Tiempo de revancha, de Adolfo Aristarain, que completó la cartelera del jueves. A la medianoche de la jornada del viernes, se podrá disfrutar de Nazareno Cruz y el lobo, de Leonardo Favio.
El calor de la noche del jueves fue propicio para que una gran cantidad de espectadores viviera la experiencia de ver una película al aire libre. Un clásico del cine nacional y las bondades del patio de comidas ubicado en el punto de encuentro entre el Centro Provincial de Convenciones, el Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos, la Vieja Usina, fue la combinación perfecta para estirar la velada un poco más allá de la madrugada.
La presentación estuvo a cargo del director artístico del 4° FICER, Eduardo Crespo, y una introducción sobre la película que hizo de uno de los invitados al Festival, Álvaro Bretal, director editorial de la revista Taipei / Crítica de Cine y de la Editorial Taipei Libros, quien brindó un panorama de la importancia del cine que produjo Aristarain.
Algo para destacar es que de los espectadores, más de la mitad veían por primera vez esta película y solo unos pocos –los mayores de cincuenta- habían tenido la oportunidad de verla en sus días de cartelera en cines, allá por 1981. También estaban quienes la habían conocido mucho después, en los formatos VHS o DVS, pero que la disfrutaban por primera vez en una pantalla gigante.
Hubo quienes llegaron a la medianoche exclusivamente para ver “una de Federico Luppi”, sin embargo la mayoría de los asistentes se quedaron luego de otras funciones en las salas, a compartir con amigos y familiares la charla, la música y, luego, la buena calidad de imagen que brindó esta joya del cine nacional de hace más de cuatro décadas.
“Tiempo de Revancha es una película que me gusta y me parece excepcional dentro del panorama de los años 80, no solo por su contenido crítico respecto de la última dictadura militar sino que también es una película de género, vinculada al policial, al thriller, muy bien lograda, dinámica y atractiva, algo que no era frecuente en esos años y es una gran puerta de entrada para descubrir la filmografía de Adolfo Aristarain”, explicó Bretal, quien también es responsable de catálogo del FestiFreak y redactor del catálogo del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Solo la mirada talentosa de un hacedor como Aristarain puede dejar dentro de su obra verdaderos tesoros audiovisuales para mirar con mayor detenimiento. Una de las locaciones recurrentes a lo largo del film, es un sector donde se puede apreciar las grandes demoliciones de Buenos Aires y el proceso de incipiente construcción de las conocidas autopistas. Esta imagen de cemento emergiendo entre las ruinas, no deja de tener un valor documental, porque no son escenografía armada, son una postal real que sintetiza con gran maestría (la mirada de Aristarain) el momento exacto en que esta historia transcurre dentro de ese período histórico.
Respecto al marco en el cual se concretó esta primera trasnoche, Bretal comentó: “El FICER con su cuarta edición me parece interesante porque ya entra en una camada de festivales provinciales y regionales que por suerte están surgiendo con mucha fuerza en distintas partes del país. En el caso específico del FICER presenta películas de Entre Ríos pero por otro lado te permite acceder a clásicos del cine argentino, películas hechas en otras provincias, y también internacionales. A lo que hay que agregar una interesante programación de charlas abiertas sobre problemáticas del cine, capacitaciones, rescate de fílmicos y preservación de archivos; en definitiva, acceder a producciones que de otra manera no se podría porque se hallan principalmente en Buenos Aires”.
El mito popular en la mirada de un maestro
La segunda trasnoche corre por cuenta del maestro Leonardo Favio, de quien se cumplieron diez años de su muerte a principios de noviembre. Nazareno Cruz y el lobo (Argentina, +13, 1975) se proyectará como cierre de la tercera jornada, este viernes.
Séptimo hijo varón, el destino de Nazareno está marcado: cuando sea mayor y nazca el amor, se convertirá en lobizón. Ajeno a esta condena, Nazareno vive alegremente hasta que conoce a Griselda, dueña de su corazón y también puerta de entrada a su desdicha. Mandinga intenta comprar sus sentimientos para que evite el amor y el infierno. Pero ese diablo melancólico, que yerra los penales a propósito, sabe que nadie está más condenado que él. En este clásico del cine nacional, Leonardo Favio hermana los mitos populares con el lenguaje del cine moderno, encontrando allí una forma propia que es al mismo tiempo disruptiva e inconfundiblemente autóctona.
Juan José Camero, Marina Magali, Alfredo Alcón, Lautaro Murúa, Nora Cullen forman parte del gran elenco de intérpretes de esta historia que tiene guion del mismo Favio junto a su hermano Jorge Zuhair Jury. La entrada, como en el resto de las actividades del FICER, es libre y gratuita.
Cinco localidades entrerrianas -además de la sede en la capital provincial- están disfrutando de esta cuarta edición del FICER
Hay proyecciones diarias de cortos y largos en las localidades de Aranguren, Concepción del Uruguay, Concordia, Los Conquistadores y Villaguay, durante los cuatro días del Festival.
Todas las funciones son con entrada gratuita y la programación es la misma cada día para todas las sedes: el miércoles comenzó con la película argentina El suplente, de Diego Lerman, y el cortometraje entrerriano Los soles de mi abuela Gloria, de Alejandro Maldonado; el jueves continuó con el clásico nacional de Leonardo Favio Nazareno Cruz y el lobo y el corto chaqueño Hacelo corto, de Pablo Latorre.
Un festival federal
En Concordia hubo sala llena en el microcine de la Delegación Argentina de la Comisión Técnica Mixta-Salto Grande. En la función del miércoles a las 19, el presidente de la Delegación Argentina, Luis Benedetto, destacó la iniciativa impulsada por el gobierno de Entre Ríos: “Desde el primer momento pusimos a disposición las instalaciones de Salto Grande para poder seguir fortaleciendo la cultura y el desarrollo de nuestros actores, actrices y productores audiovisuales, en una industria que tiene todo para seguir creciendo en nuestra provincia”, destacó el funcionario. El público se conformó con vecinos de Concordia, Chajarí y Federación.
En Villaguay, el Festival se está viviendo con mucha expectativa. “Esta propuesta se suma al calendario de actividades que se proyectan en el marco del Camino al bicentenario de la ciudad de Villaguay entendiendo que el pasado 20 de noviembre nuestra ciudad cumplió su aniversario 199 y a partir de ese momento se dio inicio a este proyecto”, explicó Andrés Ramón, director de Cultura de Villaguay. Las dos primeras noches contaron con un buen marco de público que se congregó a las 19.30 en el Centro de Convenciones, Aula 1, en la avenida Raúl Alfonsín 1853. “Creemos que esta propuesta va a ir expandiéndose entre las personas y logrará una repercusión positiva y que más público se acerque a disfrutar de estas proyecciones, además también creemos importante que personas interesadas en este arte se acerquen, lo cual es vital, ya que motiva a que quienes son aficionados quieran también llevar a cabo proyectos similares”.
En Concepción del Uruguay, el Auditorio Cine CIC, localizado en Cabo Labalta y Presbítero Allais tiene proyecciones a las 19. “Me pareció excelente la propuesta, nos ayuda a entender cosas que no se conocen”, dijo Griselda. “Quiero felicitar a este hermoso cine y tantas cosas que podemos contar; voy a volver e invitar a mucha gente”, indicó Romarí. “Me parece que la cultura es un derecho y que sea en el barrio, aún mejor, que sea gratuito, que sea para todes, gracias por eso. Me encanta el cine y que haya una sede acá me parece esencial”, compartió Barbi.
Los Conquistadores, en el norte entrerriano, utiliza el Salón Cultural Municipal. Allí, a las 20.00, se congregan unos cincuenta vecinos por noche para asistir a la programación.
En la localidad de Aranguren, el FICER tendrá su asiento en la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario, ubicada en avenida San Martin 465. Allí, las funciones del miércoles al sábado serán a las 19:30.
Lo que queda en las subsedes del FICER
Este viernes, las subsedes compartirán pantalla con Jesús López, de Maximiliano Schonfeld, película ganadora de la sección Cine Nacional en Competencia del FICER 2021, así como del Ojo Pez, premio que otorga el público mediante votación. Acompañan esta función los cortos paranaenses Lo que se perdió, de Nahuel Beade y Nicolás Batalla, y Presa, de Victoria de Michele y Noelia Seguí. “Estoy muy feliz de que Jesús López esté moviéndose en la provincia y llegando a lugares de difícil acceso, que no tienen salas de cine. Estamos agradecidos de la oportunidad de que la película esté ahí y me parece que todas las películas entrerrianas deberían pasarse continuamente todo el año en distintos lugares. Buenísimo que nos tocó a nosotros ahora, y es importante que esto siga pasando como iniciativa del Festival: abrir las subsedes”, señaló Schonfeld.
El cierre del sábado ocurrirá con el largometraje argentino La casa de los tíos, de Verónica Rossi, y la proyección de los once videominutos ganadores del concurso 2022 que tiene epicentro en Concordia desde hace cinco años.
Con los largometrajes Retratos del Futuro, de Virna Molina; Luminum, de Maximiliano Schonfeld; y Reparo, de Lucía van Gelderen inició la sección Cine Nacional en Competencia en el Festival Internacional Cine de Entre Ríos (FICER). Este segmento de películas continuará durante este viernes, presentando una cartelera de marcado perfil federal.
El director artístico del FICER, Eduardo Crespo, explicó que el sentido es presentar una competencia lo más federal y diversa posible.“Hay películas filmadas en Puerto Pirámides, en Córdoba, en Buenos Aires, en Entre Ríos. A su vez, quisimos que haya equidad de género. Entonces, hay tres directoras y tres directores para que podamos compartir su mirada. Otro objetivo fue que participen diferentes formas de abordar los temas. Por lo tanto, hay ficciones, documentales, películas con mucha producción o muy pequeñas, hay obras más radicales que otras. Todas son propuestas para debatir o para reflexionar sobre el tiempo que estamos viviendo”, señaló Crespo.
Retratos del futuro de Virna Molina, es un ensayo existencial y filosófico sobre la nueva normalidad producto del Covid 19 a partir de los recursos con los que la realizadora contó durante el aislamiento. La directora lamentó no poder estar presente en el FICER y declaró: “Me quedé con las ganas porque la verdad es que vengo acompañando Retratos del Futuro en todos los festivales y en todas las proyecciones. Me parece esencial que se hagan festivales regionales, creo que son puntos de encuentro clave. Me hubiera encantado estar en el FICER espero en las próximas ediciones poder participar. Es fundamental construir, aportar y sostener los festivales regionales para fortalecer el cine nacional”.
A la salida de la proyección, Milena una espectadora que estaba con un grupo de amigas destacó: “Vine porque me interesó la sinopsis y cómo plantea la relación entre el futuro el presente y el pasado. Me parece que la película trabaja sobre ideas base muy importantes como es la lucha y la organización de la clase trabajadora. Quizá al final se queda medio corto… Me hubiese gustado que al final tenga ese power de cómo vamos a organizarnos. Al trabajar con estos recortes de imágenes muestra una variedad bastante interesante de fuentes, y así logra armar el rompecabezas del pasado, el presente y el futuro. La película plantea muchas preguntas”.
Otro espectador, Luis, reflexionó: “Me pareció una gran obra de cine de ensayo. La integración de registros que compone es realmente sublime y todo en función, como es costumbre en el cine de ella y de Ernesto Ardito, tanto los trabajos en conjunto como en las producciones individuales tienen una fuerte dimensión política que no solo habla del momento sino en perspectiva histórica en función de las imágenes cinematográficas. Es un gran material”.
Luminum, de Maximiliano Schonfeld, trata sobre Silvia y Andrea Simondini, madre e hija, que crearon el Museo del OVNI en Victoria y que, entre otras tareas de investigación, montan guardia para observar luces sobre el río Paraná. Sobre la proyección en el FICER el director dijo: “Estoy muy contento por tener el estreno en Entre Ríos. Es algo que estábamos deseando hace mucho. Estamos muy felices de que también esté parte del equipo técnico y las protagonistas. El clima del festival es espectacular. Hay mucha gente en las salas”. Silvia, una de las protagonistas, dijo: “En esta película no hay nada más que el trabajo honesto y responsable de dos mujeres que quieren demostrar la existencia del fenómeno OVNI”. Su hija, Andrea, agregó: “Lo que van a ver es nuestra vida cotidiana. La relación entre una madre y una hija”.
Reparo, de Lucía van Gelderen, es una ficción donde Justina, una joven grafóloga, se entera de que Patricio – su eterno amor de verano – se va a casar en la Patagonia, lugar en el que ella vacaciona desde niña. Decide viajar al lugar y llega en temporada de ballenas donde el mar y los cetáceos posibilitan un nuevo universo de identidad. “Para mí es un placer estar acá -dijo van Gelderen-. La presentamos en Mar del Plata hace muy poquito. Fue la primera proyección, así que esta es la segunda. Estoy contenta y agradecida. Este es un proyecto de muchos años. El cine necesita tiempo, esfuerzo, y muchas voluntades. Hay mucha gente detrás de cada proyecto”. La directora se despidió recordando a su padre y le dedicó la proyección.
Reparo, Lucía van Gelderen
Cómo sigue
Este viernes será el turno de Sobre las nubes, de María Aparicio, (a las 17:15 en La Vieja Usina) donde Ramiro, Hernán, Nora y Lucía son cuatro personas que no se conocen entre sí pero que están conectados a través de una recolectora de basura que trabaja en la madrugada cordobesa. Son cuatro historias que transcurren en una ciudad en blanco y negro y de cielos nublados.
Le seguirá Siete perros, de Rodrigo Guerrero, (a las 19:30 Sala Mayor del CPC) que también transcurre en Córdoba donde vive Ernesto (Luis Machín) en un edificio junto a sus siete mascotas perrunas. Esta situación lleva a que sus vecinos, en una audiencia de mediación, lo insten a sacar los animales de su vivienda. No obstante, él no quiere separarse de sus perros. En medio de esta situación crítica, el protagonista descubre, junto a otros, una posible alternativa.
La producción que completa la propuesta es Camuflaje, de Jonathan Perel, (a las 22 en el CPC). Aquí, el escritor Félix Bruzzone encarna a un corredor obsesionado con Campo de Mayo, la unidad militar más grande de Argentina y el principal centro clandestino de detención, tortura y exterminio durante la última dictadura cívico militar donde desapareció su madre en 1976. La cámara sigue al protagonista en una búsqueda que le permita adentrarse y explorar este lugar cargado de historia.
Premios
Además del premio Ojo Pez previsto para esta sección y que decide el público con su voto, un jurado compuesto por Santiago Loza, Paola Buontempo y Luciano Monteagudo, tres notorios representantes de la escena cinematográfica, elegirá la obra más destacada de este segmento.
El premio del jurado es de 500.000 pesos, otorgado por el Gobierno de Entre Ríos.
El equipo del Archivo de la Memoria Audiovisual del Nordeste Argentino (AMANEA) brindó una charla sobre películas, archivos y rescates del cine en fílmico de esa región del país. La actividad dio inicio a la programación de capacitaciones y talleres que continuará este viernes y sábado.
Agustina Wetzel, Joaquín Pedretti y Leandro Varela presentaron el proyecto que lleva adelante el Archivo de la Memoria Audiovisual del Nordeste Argentino (AMANEA). Fue en la mañana del jueves 24, en el Salón Rubén Noble del Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos (IAAER), introducidos por el director artístico del 4° FICER, Eduardo Crespo, ante una buena cantidad de concurrencia compuesta por asistentes interesados en la temática.
Con esta charla comenzó la agenda de actividades especiales del Festival. “Esta mesa que presentamos surge a partir de cierta inquietud en las provincias, de qué va a pasar con el destino de las películas que con el paso del tiempo, debido a sus formatos originales pueden desaparecer al no existir filmotecas o archivos. Es plantar en este espacio la importancia, una vez más, de la memoria y la preservación”, explicó Crespo, en la apertura.
¿Cuál es la importancia de los archivos? ¿Para qué sirven? Estos dos interrogantes oficiaron de disparadores para conocer el proyecto que tiene el AMANEA, que desarrolla distintas tareas de preservación, conservación y restauración de material en fílmico, con financiamientos del Museo del Cine, Fundación Itaú y Mecenazgo Cultural Buenos Aires. “Queremos mostrar un proceso de preservación en Corrientes. Los materiales rescatados se suben a una Página Web para brindar el acceso a ellos. Mientras tanto, los fondos que vamos consiguiendo en este momento los estamos destinando principalmente a la preservación, es decir digitalizar copias de originales, de manera de asegurar que no desaparezcan, para estimular a otras instituciones que se interesen en la conservación y la restauración, acciones que requieren más fondos”, explicó Joaquín Pedretti.
El equipo expuso que ahora están trabajando fundamentalmente sobre un banco de imágenes pertenecientes al noticiero Sucesos Argentinos sobre la Región Nordeste, que se encuentra en el Museo del Cine, y que han logrado integrarlo al proyecto que impulsa una relectura con una mirada y un criterio desde la cultura de la región y también de género. “Sucesos Argentinos tenía una mirada determinista o reducida del interior, con un montaje de imágenes y voces narrativas que ellos resolvían resaltando una cultura llena de estereotipos”, acotó Agustina Wetzel.
En la sala se realizó una proyección de un compilado de fragmentos de distintas ediciones del recordado Sucesos Argentinos, en la que se pudo apreciar los puntos expuestos. “También analizamos la presencia en estos fragmentos, de huellas de la política audiovisual del primer y segundo peronismo entre 1946-1955, cuando se integró la producción y promoción de la Cinematografía Escolar al plan Educativo”, acotó Leandro Varela.
Para agendar las próximas actividades especiales:
Sobre la escritura, este viernes 25 propone una entrevista abierta al público sobre el oficio de escribir, de la que participarán Santiago Loza (realizador), Daiana Henderson (poeta) y Carolina Unrein, con la moderación de Julián Stoppello. Será a las 14:30 en el Hall del CPC (Planta Baja).
“La idea para abrir el juego entre los invitados es preguntarles a cada uno sobre sus propias experiencias de escritura en cada uno de los ámbitos que se desempeñan y cómo eso dialoga con la imagen, ya sea a partir de la literatura, la poesía o la escritura de un guion”, anticipó Stoppello.
Un cine del futuro será una charla abierta con invitados e invitadas, el sábado 26 a las 11 en el Hall del CPC (Planta Baja). Participan María Aparicio (directora), Hernán Rosselli (director), Carolina Monti (programadora Festifreak), Marcos Migliavacca (programador Festifreak), Juanjo Pereira (director y programador Asuficc), y Maia Navas (directora). Modera: Franco Giorda.
“La conversación girará en torno a qué cine podemos imaginar o podemos suponer, en relación a las transformaciones vertiginosas que va atravesando esta industria y esta rama del arte, con la llegada de los servicios de streaming, los cambios de hábito de los espectadores, los cambios en la distribución y la recepción de las películas”, compartió Giorda. “Otra cosa que hay que tener en cuenta es el impacto que tuvo la pandemia de Covid-19 respecto a la producción cinematográfica y del futuro del cine; y también seguramente se va a hablar de qué tipo de cine podemos pensar en relación a los contextos políticos y sociales, en particular dentro de este continente y este país”, agregó el moderador.
En esta nueva entrega del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos pertenecen a la sección Cine Internacional cuatro producciones rodadas en Chile, Brasil, India y República Centroafricana. Estos trabajos permiten un acercamiento a distintas miradas y realidades de estos países.
El puntapié inicial para la sección lo tuvo MatoSeco en Chamas (Hierba seca en llamas) dirigida por Joana Pimenta y Adirley Queirós. Se trata de una ficción futurista que muestra la realidad política de Brasil, filmada en un pueblo a las afueras de San Pablo. Chitara, una de las protagonistas, armó un negocio peligroso mediante la extracción de petróleo de unos pozos en la inmensa favela Sol Nascente que comercializa en el territorio. Pero no lo hizo sola, la acompañó su hermanastra Léa, quien acaba de salir de la cárcel. La historia se desarrolla con intervenciones musicales entre asaltos y balaceras, saltos en el tiempo y un humor tan absurdo como provocador.
Milena (20), una espectadora que asistió a ver esta producción de Portugal y Brasil, dijo: “Venimos a ver en grupo cine internacional porque ya hemos estado en otras ediciones y sabemos que las películas que se muestran no conseguimos verlas en otro lado ni las suben en plataformas tipo Netflix. Además, venimos de estar en el Festival de Cine de Mar del Plata y vimos una película de Portugal que nos estimuló para venir a ver Hierba seca en llamas”.
Por su parte, Ariel (37) sostuvo: “Me interesó la programación, me pareció atractiva la propuesta de cine internacional y elegí arrancar por Hierba seca en llamas porque me interesa conocer más sobre Brasil”.
La partida de la sección internacional continuará en el segundo día del Festival con El cielo está rojo, un documental de Chile realizado por la novel directora Francina Carbonell. La producción da cuenta de un incendio en la cárcel de San Miguel, ubicada en Santiago de Chile, que ocurrió en 2010 y que dejó como resultado 81 internos muertos. En las relaciones que el montaje construye, va surgiendo otra versión de la historia, donde no se trata de una inevitable tragedia sino por el contrario una consecuencia directa de la crueldad del sistema penitenciario y la negligencia del Estado.
La tercera película de cine internacional será Una noche de no saber nada (A night of knowing nothing) de la India, premiada en Cannes como mejor documental en 2021. La historia transcurre en el Instituto de Cine y Televisión de la India. Allí alguien encuentra un puñado de cartas firmadas por una alumna, “L.”. Se trata de epístolas de amor en las que. resuena el dolor de una relación marcada por rígidas estructuras sociales. A su vez, el relato se abre para dejar entrar sus experiencias como estudiante universitaria, atravesada por los conflictos políticos y sociales del país. Y así también lo hará esta película multipremiada, que desde este dispositivo de ficción epistolar mira la realidad para darle forma a una compleja trama de una juventud en ebullición.
Otro asistente al Festival, Lionel (21), sostuvo: “Me interesa cruzarme desde Santa Fe porque lo que propone el Festival está buenísimo, yo soy estudiante de cine y aprovecho particularmente porque me llama la atención las películas que vienen de afuera a las que no accedo tan fácilmente”.
Este viernes 25 de noviembre, en el tercer día de Festival, se completará la sección internacional con Nosotros Estudiantes! (Nous Étudiants!) de la República Centroafricana, que se proyectará a partir de las 22.30 en la Sala Verónica Kuttel de la Vieja Usina y que se estrena por primera vez en Argentina. Eduardo Crespo, Director artístico del 4º FICER, dijo que se trata de una película bellísima y que se enorgullece de que forme parte de este Festival. Rafiki Fariala es el director de esta obra y además es uno de los protagonistas de la película, donde junto a Nestor, Aaron y Benjamin cursa economía en la Universidad de Bangui. Todo transcurre entre las aulas abarrotadas y los pequeños oficios que permiten a los universitarios sobrevivir, el soborno al acecho por todas partes. Rafiki muestra cómo es la vida de los estudiantes en su país. El retrato es el de una sociedad destrozada donde la juventud sigue soñando con un futuro mejor.
Desde la segunda edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) se creó una categoría competitiva para otorgar premios a estas producciones. En 2022 podrán verse doce cortometrajes de ficción y documental producidos y rodados en diferentes puntos de la provincia y el país.
Con una mirada federal y representativa de géneros, temáticas y narrativas el 4° FICER ofrecerá audiovisuales que son narrados por entrerrianas y entrerrianos desde diversos horizontes culturales e identitarios.
Las producciones que se exhiben durante los cuatro días de Festival compiten por el premio de 350.000 pesos que otorgará el Jurado integrado por Carolina Unrein, Agustín Gagliardi, y Daiana Henderson, y que es financiado por el Gobierno de Entre Ríos. El público asistente también premiará a un cortometraje con sus valoraciones mediante el Voto del Público. El corto elegido gana la Estatuilla Ojo Pez.
Ayer, durante la primera jornada del FICER, se proyectaron María, de Gabriel De Ciancio (Concordia) y Desencuentro, de Josefina Miranda (Paraná), con una destacada participación de público en ambas funciones.
Hoy será el turno del corto 1749, dirigido por Juan Manuel Strottmann y Cielo Alzamendi (Paraná), a las 17 en la planta baja del Centro Provincial de Convenciones (CPC). La paranaense Celeste Urreaga presentará Quimera en la sala Verónica Kuttel de La Vieja Usina a las 17:30. La Visita, de Claudia Varela (Paraná), se proyectará en el CPC a las 19:30. Desde la ciudad de Chajarí llegará Marcelo Damián Pizzio con su cortometraje documental 1982 Nuestros Héroes, a las 20 en la sala Verónica Kuttel.A las 22 y en simultáneo se proyectarán Lo que se perdió, de los paranaenses Nahuel Beade y Nicolás Batalla (1° piso sala Mayor del CPC); y Presa, de Victoria De Michele y Noelia Segui (Paraná), en la planta baja del mismo edificio.
Cuatro serán las producciones que se presentarán el viernes 25: Mientras exista el sol a las 17; Soltar a las 19:30; Mellizos a las 19:30; y Los soles de mi abuela Gloria a las 20:30.
Todas las funciones se realizan en salas climatizadas. Las entradas gratuitas pueden adquirirse una hora antes de cada función en la Boletería del FICER ubicada en el hall de entrada del CPC.
Consolidación de la sección
La categoría en competencia de los cortometrajes entrerrianos configura un panorama actual de la riqueza y la diversidad del cine entrerriano que da sus primeros pasos junto a los directores jóvenes. Muchas de estas películas pudieron encontrarse con el público del lugar donde fueron gestadas, con los actores, directores, productores y técnicos que las llevaron adelante. Por todas estas razones, el FICER se convierte en un espacio propicio para compartir las producciones, comentarlas, y valorarlas en el seno de la comunidad.
María y Desencuentro abrieron la sección
María, dirigida por Gabriel De Ciancio, es una producción oriunda de Concordia. La protagonista vive junto a su hija de ocho años en la soledad del campo. No es aceptada por su pequeña comunidad por un secreto que esconde.
“Soy originario de Buenos Aires, pero hace casi dieciséis años que me vine al campo a cambiar de vida. Vivo cerca de Puerto Yeruá, y por eso elegí esta locación en una casa de campo, y porque me agrada esa temática”, contó Gabriel De Ciancio. Y agregó: “Me atraen las historias simples, de cosas que no se dicen, que no se pueden decir, además de que me interesan las historias sobre mujeres”.
El realizador de María también se refirió a la competencia de cortometrajes del FICER. “Me parece excelente la premiación, porque incentiva. En general los premios están siempre en largometrajes, pero está buenísimo que también se reconozcan los cortos, ya que lo económico sirve para que se puedan seguir realizando producciones”.
Antonia y Genaro protagonizan Desencuentro, de Josefina Miranda. Los jóvenes se conocen en un cine de barrio de Santa Fe, en 1978, comparten películas todas las semanas hasta que ella es secuestrada por la banda militar que arrasa con el país. Cuarenta años después, Genaro regresa al cine. En su introducción, la directora agradeció al público presente en la sala, que estaba integrado en su mayoría por jóvenes de colegios secundarios. “Es un cortometraje que trata sobre el Golpe de Estado. Cuando nos reunimos para hacerlo pensamos que ya existen muchas historias sobre el golpe, entonces quisimos mostrar otra mirada. Nos propusimos no centrarnos en la violencia explícita, así fue que tomamos el Mundial (de fútbol) del 78 como otra manera violenta de la época. Espero que les guste”, dijo Miranda.
Josefina Miranda en la presentación de Desencuentro
Narrar hechos históricos en clave de ficción
Juan Manuel Strottmann y Cielo Alzamendi encararon el proyecto de 1749 en el rol de directores. En este corto de siete minutos una pareja de jóvenes se dirige al Parque Urquiza de Paraná a tomar mates un domingo por la tarde. Él se queda dormido y aparece en el mismo lugar pero en otra época y no puede despertar, y queda atrapado en su propio sueño. “Desde que empezamos a escribir el corto, siempre tuvimos en claro que queríamos que sea un lugar característico de la ciudad de Paraná. Tenía que ser sí o sí el Parque Urquiza, porque es un lugar muy importante en la ciudad, marca un poco la historia y es un símbolo de nuestro lugar”, explicó Strottmann. “Con el tiempo fue surgiendo la posibilidad de grabar en el Islote Curupí, eso también le dio más sentido a lo que es la historia del corto. Nos dimos cuenta de que íbamos a necesitar mucho de ese espacio, de esa locación para que la historia sea como después terminó siendo”, agregó Cielo Alzamendi.
Consultados sobre su impresión respecto al FICER los realizadores destacaron la oportunidad de contar con un espacio para aprovechar y ver películas que no se han visto en pantalla grande. “Lo tomamos como una oportunidad para reivindicar nuestro cine, para aprovechar a encontrarse con gente, a establecer ciertos vínculos que solamente se dan en festivales y qué mejor si eso también cuenta y relata nuestra historia”, reflexionó Alzamendi .
“Agradecemos mucho que exista este espacio y más aún que sea con acceso libre y gratuito. Se trata de una particularidad de aquí de Entre Ríos, porque estuvimos yendo a otros festivales en donde, si bien la entrada es simbólica o módica, de alguna manera pone barreras para el acceso de todo el público en general. Acá podés ir y acceder a ver cine de calidad, diverso, estrenos mundiales, nacionales, regionales y entrerrianos que son los que más nos interesan y por los que vamos a seguir luchando de aquí en adelante”, agregó su colega.
Desde Nogoyá llegará Mellizos
La Fiesta Nacional de los Mellizos se realiza todos los años en Famaillá, Tucumán, Argentina. Los festejos se mezclan con los relatos de los protagonistas. Los contrastes entre las distintas experiencias muestran cuánto puede influir tener un hermano mellizo en la vida de una persona. Ese es el argumento central de la obra Mellizos, de Gastón Calivari.
Sobre la categoría en competencia donde está incluido Mellizos, Calivari valoró el hecho que se den premios. “Me parece muy bueno, porque considero que el cortometraje es la expresión más sincera que hay en el cine. Cuesta mucho que se vean cortometrajes en general, así que la ventana que tienen los cortos en los festivales hace que se difundan nuevos realizadores, que se vea un nuevo cine, y que se dé lugar a la experimentación”, opinó.
Finalmente, respecto al FICER, expresó: “Este es un lugar fundamental para el encuentro entre cineastas y público en general. Siento que el cine entrerriano está creciendo muchísimo, tenemos muchas historias por contar, con muchos escenarios y locaciones donde filmar. Hay muchísima potencia y ganas en los directores, productores y todos los cineastas de la provincia”.
“Estoy contento y feliz de ser parte del Festival y ojalá sigan muchas ediciones más”, finalizó el realizador nogoyaense.
Toda la programación del FICER podrá consultarse en el sitio web oficial del Festival.
El gobernador, Gustavo Bordet, encabezó este miércoles la inauguración de la cuarta edición del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos. “Hay una industria cultural que viene creciendo sostenidamente y que queremos consolidar”, expresó.
Allí, también el mandatario ratificó su compromiso para “seguir avanzando, creciendo y consolidar este festival internacional.”
El evento se desarrolla desde este miércoles hasta el sábado 26 en Paraná de manera libre y gratuita con una grilla de películas regional, nacional e internacional. Habrá además películas de apertura y cierre, funciones de trasnoche y cine para los más pequeños.
“Estoy muy contento de estar inaugurando la cuarta edición del Festival Internacional de Cine, que viene ganando un lugar muy importante dentro de la agenda de festivales de cine en Argentina y también de la región. Podemos exponer todo lo que hacen en creatividad audiovisual nuestros productores, artistas y realizadores”, dijo el mandatario al encabezar la ceremonia inaugural del FICER, que se desarrolló en el Centro Provincial de Convenciones.
Estuvo acompañado por la vicegobernadora, Laura Stratta; el presidente del Instituto Nacional de Cine, Nicolás Batlle; el intendente de Paraná, Adán Bahl; y la secretaria de Cultura de la provincia, Francisca D’ Agostino.
“Hay una industria que viene creciendo sostenidamente y que queremos consolidar. Cuando tomamos la decisión de llevar adelante este festival, que parecía una tarea bastante compleja, nos propusimos llevarla adelante y la verdad es que nos ha dado un muy buen resultado”, sostuvo el mandatario.
“Este festival tiene mucho que ver con un reconocimiento a tantos realizadores que durante años en la provincia de Entre Ríos, que en forma anónima, con mucho tesón, con mucho esfuerzo y con mucha vocación llevan adelante y se animan a emprender el camino de la industria audiovisual”, aseguró.
Allí, Bordet, ratificó su compromiso para “seguir avanzando y que crezca este festival internacional”. Y acotó: “Eso no se hace con voluntarismo, no se hace con expresiones de deseo, es necesario forjar políticas públicas que le den sustento. Y para que algo que nació con mucho empuje y con mucha pasión como este festival pueda sostenerse en el tiempo se necesita, obviamente, asegurar recursos y esos recursos se aseguran con la previsión de una Ley que es la que se sancionó para la Promoción Audiovisual que justamente tiene como cometido el aporte de fondos que provienen de los juegos de azar y que aseguran que nuestros productores y nuestros realizadores en Entre Ríos y, también, quien quiera venir a producir a la provincia pueda tener asegurado los fondos necesarios para poder llevar adelante la industria cultural”.
Argentina, 1985
En ese marco, el mandatario al opinar sobre el mensaje que brinda la película Argentina, 1985, recientemente estrenada y elegida para representar al país en los premios Oscar 2023, dijo: “Más allá de que, como todas las películas y la historia, sea opinable, es muy interesante. Porque, justamente, logra eso: el debate”.
“Pone nuevamente en escena y discusión aquellos temas de 1985 en una sociedad que me tocó vivir con mucha intensidad, porque era militante juvenil. Abríamos una gran esperanza para que haya un juicio y castigo a quienes cometieron el mayor genocidio en la República Argentina. Después, hubo muchos más avatares que por ahí en la película no se cuentan, pero así como es importante que en 1985 se juzgó y condenó a los militares, también lo es que a partir de 2003, con Néstor Kirchner, se encarceló definitivamente a los genocidas”, especificó.
Participaron de la ceremonia, además; la diputada Nacional, Carolina Galliard; el secretario general de la Gobernación, Franco Ferrari; la ministra de Gobierno y Justicia, Rosario Romero; la secretaría de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación, Lucrecia Cardoso; el presidente del Instituto Nacional de Cine y Arte Audiovisuales, Nicolás Battle; el presidente de la Agencia Córdoba Cultura, Raúl Sancica; y Eduardo Crespo, director artístico del FICER, quien presentó un documental recuperado: Rumbo a Entre Ríos. Además, de otras autoridades nacionales, provinciales y municipales.
Producciones de calidad para los entrerrianos
Al rememorar los comienzos del FICER, la secretaria de Cultura de la provincia, Francisca D’Agostino, valoró el crecimiento que tuvo la iniciativa. “Fue una figura primordial para la decisión nuestro gobernador, que nos dio un alivio cuando nos dijo: ‘Vayan para adelante, háganlo’. Desde esa primera edición hasta hoy, el FICER se transformó en una política de Estado que busca el desarrollo y fomento del sector. El objetivo principal es que los entrerrianos tengan acceso a las producciones audiovisuales entrerrianas, nacionales, internacionales de calidad, porque consideramos al cine como un bien cultural”, celebró.
Espacio ganado y más desafíos
A su turno, la diputada Nacional Carolina Gaillard, impulsora del festival y de la Declaración de Interés de la Cámara de Diputados de la Nación a su cuarta edición, brindó su mensaje al público: “Es un honor estar acá, pero más compartir con ustedes y que este festival haya tenido continuidad. Así que le agradezco a los legisladores provinciales pero especialmente al gobernador Gustavo Bordet porque, cuando hablamos de la idea de hacer este festival, inmediatamente nos dio el visto bueno y pudimos organizarlo con el gran equipo que tiene la Secretaría de Cultura de Entre Ríos y con todos los realizadores audiovisuales de la provincia”.
“Este festival, además de tener como objetivo la construcción de público y mostrar el cine entrerriano, también dio el espacio para que se construya algo muy importante para los realizadores entrerrianos: la Ley de Fomento Audiovisual, que está en proceso de reglamentación.”
Visitas nacionales
El presidente del INCAA, Nicolás Batlle, declaró: “Es fundamental que haya un festival como el FICER. La red de festivales nacionales es extraordinaria. Particularmente, celebrar esta cuarta edición, como punto de encuentro pero también como ventana de nuestro cine y como recuperación de material fílmico de nuestro acervo, de nuestra cultura. Como espacio de industria, como posibilidad de desarrollo de proyectos regionales. En ese sentido es un festival muy amplio, muy completo, y cada año se va fortificando. La continuidad es fundamental”. Agregó que “Desde el INCAA estamos muy contentos de acompañar y de mostrar algunas películas históricas como las de Leonardo Favio que se exhiben de forma gratuita”.
Batlle aseguró que vino muchas veces a dar cursos al IAAER y pudo ver “ese crecimiento y ese talento extraordinario en toda la provincia y en toda la región”. Para concluir, dijo que “El cine entrerriano es un cine muy vivo, con mucha creatividad, fuerza y futuro. Ya ha demostrado su talento en festivales internacionales y la ley ayudará a potenciarlo”.
Por su parte, la secretaría de Desarrollo Cultural de la Nación, Lucrecia Cardoso, destacó que “el FICER en su cuarta edición parece sólido, se va convirtiendo en una política de estado y es un espacio muy importante para poder ver y encontrarnos con nuestras propias imágenes, vernos reflejados en las pantallas, poder contarnos nuestras historias”.
La funcionaria destacó: “Es muy importante para el cine de toda la región, al que lamentablemente a veces le cuesta encontrar pantalla. Entonces, estos espacios de encuentro como son los festivales, generan el 20% de todos los espectadores del cine nacional. El FICER es parte de ese gran movimiento que son los festivales de cine en nuestro país”. Agregó que “también es un espacio de discusión, de aprendizaje, de debate sobre las políticas públicas. Estos cuatro años sirvieron para forjar una ley de fomento a la industria cinematográfica que está en puerta”.
Para Cardozo, “La cultura es muy importante porque produce símbolos y produce identidad y produce patrimonio, pero también produce trabajo. La cultura es producción y trabajo, por eso desde la secretaría de desarrollo cultural del Ministerio de Cultura de la Nación apostamos a generar y potenciar este espacio, esta dimensión económica de la cultura”.
El valor de la memoria fílmica
El director artístico del FICER, Eduardo Crespo, agradeció la oportunidad de su rol en el FICER. “Voy a presentar una película que fue rescatada por unos jóvenes de Corrientes que tienen el Archivo de la Memoria Audiovisual del Nordeste Argentino. Ellos, apoyados por el Museo del Cine -por Paula Félix-Didier- están rescatando películas perdidas que se están deteriorando e hicieron este trabajo con una película hermosa sobre Entre Ríos. El cine nacional necesita de estas personas y estos archivos, también de una Cinemateca Nacional para nuestras películas, nuestro cine y nuestra historia.” De esta manera, se dio inicio a la proyección de Rumbo a Entre Ríos la película recuperada por el archivo mencionado.